El pasado 27 de Abril de 2017, el EI reivindicó un ataque realizado en el centro del Vaticano en el que murieron 27 personas y hubo 10 heridos graves. Un coche bomba estacionado en el centro de la plaza estalló generando una gran explosión inesperada que sorprendió desagradablemente a los habitantes y los turistas que había en la zona.
"Todo estaba en calma cuando de repente hubo un estruendo seguido de una gran explosión. Todo el mundo chillaba y salía corriendo por donde podía. Un desastre. Solo se veía gente herida o probablemente muerta junto a sus sesos esparcidos por el suelo", dijo Paula Aranda, víctima colateral del ataque terrorista.
El Papa, tras presenciar tal horrible acontecimiento, decidió reunir sus tropas para preparar un ataque en el corazón de las zonas habitadas por el Estado Islámico. Junto a él, dirigentes de otros países como Estados Unidos, China o Rusia, dirigirán un ataque para reducir el número de islamistas en la zona
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